Tomar la decisión de adelgazar, cuando nuestro peso está por encima del ideal, no sólo viene dada por razones estéticas. Principalmente debe moverla las ganas de llevar a cabo un estilo de vida saludable y mantener la salud.
El ingrediente fundamental para iniciar y mantener una dieta de control de peso es la motivación. Es importante comprender cómo funciona nuestra mente y cómo influye en la toma de decisiones para conseguir el cambio que queremos, hacia un estilo de vida saludable. Vayamos por partes:
El momento adecuado
Podríamos pensar que cuanto antes empecemos con un plan de adelgazamiento, antes conseguiremos alcanzar nuestros objetivos. Pero lo cierto es que a veces vale la pena esperar al momento adecuado. Existen muchas razones por las que en momentos de nuestra vida nos costaría mantener el compromiso con nosotros mismos, bien sea porque tenemos otras cosas en la cabeza, por baja autoestima, porque no vemos los beneficios que podemos obtener a medio-largo plazo o porque no somos conscientes de los riesgos que pueden tener para la salud unos hábitos mal adquiridos. Apresurarse podría hacer que dejáramos el plan de adelgazamiento, lo que puede incrementar la sensación de derrota y alejarnos cada vez más de nuestros objetivos.
Comprender las razones
Como decíamos al principio, pensar en hacer un cambio de estilo de vida no sólo responde a razones estéticas. Es fundamental buscar el apoyo de profesionales de la salud que nos expliquen qué pasa dentro de nuestro cuerpo, para ver con claridad qué consecuencias tiene tirar por un camino u otro. Una vez comprendemos los procesos, podemos elegir con conocimiento de causa y libertad. Hay un grupo de profesionales de la salud que nos pueden ayudar en este proceso de cambio de hábitos y estilo de vida (dietistas-nutricionistas, endocrinos, psicólogos, farmacéuticos…) dependiendo del problema que queramos combatir, son nuestros aliados.
Querer es poder
Una vez tomamos la decisión de cambiar de estilo de vida (recordad: con la ayuda de los profesionales de la salud, como por ejemplo, los dietistas-nutricionistas), debemos crear un plan de acción, basado en:
- Una alimentación equilibrada y sostenible, adaptada a nuestras necesidades y cultura.
- Una pauta de ejercicio físico moderado, constante y mantenido en el tiempo; adaptado a nuestras posibilidades y gustos.
- Otras terapias holísticas, que ayuden a reforzar el plan y tengan en cuenta a la persona de forma integral.
Los complementos alimenticios son lo que dicen: complementos; nunca sustituyen un alimento de nuestra dieta equilibrada y sólo se justifican en situaciones especiales. Los substitutivos de comidas pueden ser válidos en determinadas ocasiones, pero lo que buscamos es aprender a llevar una vida saludable con sentido común y el método más normal, que podamos mantener en el tiempo.
Otra cosa que debemos tener clara es que este proceso de cambio nos llevará nuestro tiempo, mientras que cualquier dieta milagrosa -de efecto rápido- nos conducirá al fracaso y atentará contra nuestra salud. No se trata de complicarnos la vida, el plan debe ser fácil y con pequeños objetivos a conseguir, peldaños que subiremos uno detrás de otro. Puede ser útil apuntar cada uno de los objetivos conseguidos o compartirlo con nuestros más allegados, para hacer visibles las victorias. Pero también debemos tener en cuenta que, como seres humanos que somos, puede ser que perdamos alguna batalla, lo cual no significa que perdamos la guerra, sino que estamos más cerca de la meta. Todo lo que hacemos en la vida es útil -de todo se aprende- y con tesón y creyendo en nuestras capacidades, podemos conseguirlo.
Personalmente, pienso que es un proceso muy bonito que nos ayuda a conocer ciertas facetas de nuestra vida, la cual no deja de ser un juego entretenido que nos plantea fases a superar. Todo es posible, cuando ponemos nuestro empeño: visualizar y caminar hacia adelante, ese es el reto hagamos lo que hagamos. Juguemos, compartamos, disfrutemos, cuidémonos (a nosotros y a los otros), en definitiva, a vivamos.
Si quieres, puedes.
*Publicado en Blog – Lipograsil.